Gestión de Competiciones: una profesión
Una de las grandes limitantes que vive quien se dedica a la Gestión de Competiciones es el desarrollo económico. Sin que la gestión de torneos y competiciones sea visto como una profesión digna y rentable, difícilmente podremos vivir una transformación digital adecuada.
La competición debe ser vista como un emprendimiento, como cualquier otro, que tiene estructuras, que requiere planificación y que, por sobre todas las cosas, debe ser monetizable, siempre dentro de los valores de la competición limpia.
Por ello es importante la educación para quien se encarga de la gestión de competiciones.
Es importante que quien asume las riendas de la dirección, gestión y por ende, los procesos de automatización, sistematización y digitalización de un certamen deportivo, sepa cuáles son los estamentos que componen su iniciativa y, por ende, saber de dónde saldrá el financiamiento.
Hay una economía a través de la gestión de competición
Por feo que pueda sonar, está el viejo refrán que reza amor con hambre no dura. Y el gestor de competiciones puede vivir perfectamente de su oficio, si lo hace bien y en una base a tiempo completo o medio tiempo.
Un buen ejemplo de gestión lo hemos visto con los casos prácticos que hemos tenido en la ciudad de Miami. Hemos apoyado el surgimiento de ligas amateurs en las que existe una correcta gestión de competiciones.
De hecho, hay perfiles laborales definidos para este rol en Norteamérica, con salarios que van desde los US$ 30 mil anuales, hasta los US$ 64 mil anuales, dependiendo del alcance de la competición que se organiza, según Sports Management Degrees.
Por ejemplo, si existe una buena gestión, son los equipos los que van pagando de manera semanal o mensual los gastos operativos como: cancha, árbitros, hidratación –si fuese requerida– entre otras cosas.
Otro de los métodos es que se cobre un porcentaje de los gastos operativos en la inscripción. También de otras cuotas mensuales o semanales.
De esta manera no solo se financian los costos operativos: de ahí sale el porcentaje equivalente a las horas laborales de un encargado de la gestión de competiciones.
De esta manera termina generando una organización sistemática.
Necesitas la transformación digital
El correcto uso de las plataformas como Dribbli, pueden empoderar a los gestores, así como facilitar sus operaciones dentro de la competición.
La intención de esto es dignificar la labor del líder social, al tiempo que tenga un digno retorno por su trabajo bien realizado.
Si estás en el mundo de la gestión de competiciones y ya sigues estos pasos, una correcta estructuración de tus operaciones te puede llevar a ser un verdadero influencer y un líder comunitario.